Edad escolar más joven
Un niño de siete diez años conoce bien las reglas básicas de la decencia, por lo que su comportamiento se vuelve más reservado y cualitativamente difiere del comportamiento de los preescolares. El interés en las relaciones de género a esta edad no desaparece, sino que cambia.
En contacto constante con sus compañeros, se mejoran la autoevaluación y la autoafirmación del individuo. Comunicándose entre ellos y entre sí, los niños y las niñas en el proceso de actividad de juego se conocerán mejor y aprenderán a comprender el lenguaje emocional de los demás. El comportamiento sexual de los escolares más pequeños es en gran medida imitativo o impulsado por la búsqueda. Esto es mirar furtivamente a los adultos, juegos con desvestirse y sentir los cuerpos propios y del sexo opuesto.
Alrededor de un tercio de las niñas y la mitad de los niños pasan por esto.
A la edad de 9 a 10 años, hay una etapa de homogeneización sexual, caracterizada por el hecho de que los niños y las niñas forman grupos del mismo sexo, divididos en dos campos opuestos, con sus propias reglas y rituales de comportamiento. La actitud hacia el sexo opuesto adquiere el carácter de confrontación. Este es el momento de la autodeterminación del rol sexual a través de la asimilación del comportamiento marcadamente masculino y femenino.
Según los informes, los primeros sentimientos eróticos y amor se producen en niños y niñas durante aproximadamente 10 años, antes del inicio de la pubertad. La etapa romántica (10–13 años) se caracteriza por un claro interés y atracción por el sexo opuesto, pero prácticamente carece de matices sensuales. El valor de esta etapa de desarrollo es que el instinto fisiológico se eleva a la manifestación del amor. Los niños comienzan a cuidar de acuerdo con las normas culturales de su grupo de edad o clase escolar, que desde un cierto punto dictan: “debemos cuidar” y “es tiempo de enamorarse”.